Ceroteísmo
“Nuestra Biblia nos revela el carácter de
nuestro dios con una exactitud minuciosa y sin remordimiento… Es quizá la
biografía más difamatoria que haya sido impresa nunca. Hace de Nerón un ángel
de luz por contraste”
Mark Twain
Mark Twain
“Es el
desarrollo lógico, desde el politeísmo y
el monoteísmo, el próximo salto evolutivo es el ceroteísmo”
Magnus
Bolfort
Los Polipicanes, eran una raza muy avanzada. Hace Miles de
años estudiaban a la humanidad.
Les fascinaba esa mezcla de avances tecnológicos
irrefrenables y el bestialismo homicida de nuestra especie.
Los Polipicanes no
mataban a otros Polipicanes desde hacía cien mil años.
Sobre todo les interesaba la filosofía. Conocían la filosofía
pero no la religión. Mientras la filosofía para ellos era eminentemente
práctica y nunca se había divorciado de la ciencia, lo que había llevado a un
elevado desarrollo ético y moral, que había desterrado desde muy temprano el
homicidio y la guerra de su historia. Esto había posibilitado, un avance
científico muy rápido, aunado al pensamiento filosófico.
Los Polipicanes, pensaban que esta evolución natural en
ellos, en los seres humanos por una debilidad intrínseca del carácter de la
especie, se había desviado por la
creencia en uno o más seres sobrenaturales. Lo que llevaría indefectiblemente
al sistema de estructuras conocido como religión, con sus castas sacerdotales,
reyes, estados y guerras santas.
Inclusive, episodios catastróficos, como la segunda guerra
mundial, los Polipicanes, la explicaban como una guerra religiosa. Después de
todo el nazismo tenía todas las características de una religión. Un pueblo elegido, el
derecho a un estado y un territorio, un
grupo al cual exterminar, un profeta-rey.
Todas las características de una
cruzada.
Por eso observaron con atención, la aparición de Magnus
Bolfort. Una pequeña luz de esperanza, pero ellos sabían que era el inicio de
una senda irrefrenable.
Magnus Bolfort acabaría con la irracionalidad, con su
“ceroteísmo”. El “ceroteismo” a diferencia del ateísmo, no era una posición
“personal”, pues el ateísmo, literalmente “sin dios”, es estrictamente
individualista. Los ateístas, difícilmente podrían unirse. Además, el concepto de ateísmo, implicaba secretamente
el reconocimiento de “un dios”. Los “ateos” eran de hecho “hijos rebeldes”,
inclusive el ateísmo se clasificaba según diferentes niveles. El “ceroteismo”
no poseía ninguna de esas debilidades.
Otro punto interesante es que el ceroteísmo no tiene ese
“tinte” de oposición al teísmo. Es más bien su evolución natural y totalmente
lógico. Panteísmo, politeísmo, luego el monoteísmo y por fin el ceroteísmo. Cero
dios. Con el “ceroteismo”, en el transcurso de la historia, los humanos
superarían la religión, el odio y las guerras.
Naturalmente, los Polipicanes, no podían permitirlo, los
humanos eran tan interesantes. Esa mezcla de avances científicos irrefrenables
y locura homicida, tenían que ver hasta donde llegaban.
No podían permitir que algo desconocido para ellos como la
religión desapareciera, tenían que seguir observando y estudiando.
Magnus Bolfort, murió en su cama de forma completamente
natural e inesperada, todos sus papeles desaparecieron. Los Polipicanes no
mataban a otros Polipicanes, pero no tienen remordimientos en destruir a los
individuos de especies inferiores.
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