El Superviviente
“Uno por pura supervivencia va convirtiéndose en
un monstruo. Nos vamos monstruorizando, no existe el verbo, pero...”
Luis Eduardo Aute
Me
desperté o eso creía, de pronto recordé. El accidente. La tormenta, sólo
alcancé a activar las coordenadas de aterrizaje, en un planeta apenas
habitable. Luego fue todo oscuridad.
Apenas
si veo y no puedo moverme es todo tan extraño. Parece que estoy conectado a
cientos de cables que salen de mi cabeza y tórax, no siento apenas mi cuerpo.
Una
sombra parece acercarse. Un rostro humanoide.
-Capitán,
finalmente ha despertado- Dijo la vaga sombra que se acercaba-. Tanto trabajo ha dado resultado finalmente. No
se altere soy el androide de mantenimiento…ADAN101.
El
androide de mantenimiento, el “otro” tripulante. Ahora recuerdo, yo era el
capitán y único tripulante humano del carguero “Jenofonte”. Cuando la tormenta
estelar nos alcanzó, y destrozó la nave.
-ADAN101
¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Dónde estamos?
¿La nave, cómo se encuentra?- preguntó el capitán-.
-Han pasado cuatro años desde el accidente-
respondió el androide-. El planeta
resultó ser Gliese 581
g, esta sección de la nave no resultó gravemente dañada, el generador de
emergencia ha funcionado desde entonces. La computadora principal, la
enfermería, donde ahora nos encontramos, están operables. Sistemas de despegue
y comunicaciones no reparables, la baliza de emergencia se activó
automáticamente cuando usted despertó.
-¿Cuatro
años y la baliza de emergencias, recién comenzó a transmitir?- Dijo con
sorpresa el capitán-.
-Si señor,
la baliza sólo se activa si un ser humano sobrevive en un accidente estelar-. Respondió
el androide- En casos como este, dónde la computadora evalúa que la nave es
irrecuperable y la carga se ha perdido, la baliza no se activa-. No tiene
sentido económico para la empresa y las leyes sólo la obligan a realizar el
rescate en el caso de supervivientes.
-¿Pero por
qué se ha activado ahora y no en el
momento del accidente?
-Es muy
simple-respondió ADAN101- Usted murió cuando nos estrellamos, un parante en el
puente aplastó su cráneo y la mayor parte de su cerebro explotó literalmente. Corrí hacia usted y traté de asistirlo, logré
conectarlo al sistema de supervivencia, lo limpié y reparé sus heridas, la
pérdida de sangre, pero prácticamente el 75% de su cerebro había desaparecido y
la computadora principal lo clasificó, como muerto. Por lo tanto no activó la
baliza.
-¿Pero cómo
es posible que ahora se haya activado si he estado muerto todo este tiempo? ¿Acaso
he revivido? ¿ Mis heridas han curado?
-Es
imposible que me hayan revivido con un daño cerebral tan masivo- Dije
finalmente-.
-Verá señor
y disculpe el atrevimiento- dijo el androide-
Usted está muerto según todos los parámetros, pero he logrado engañar a
la computadora principal. Usted no es más que una sofisticada simulación, he
tomado muestras del tejido superviviente, algo del hipocampo, he replicado ese
tejido, he impreso circuitos neuronales en 3D, he realizado simulaciones en la
computadora cuántica, y luego de cuatro años de trabajo he logrado una simulación
lo suficientemente creíble de sus patrones cerebrales, emociones y reacciones
que han convencido a la computadora principal de que usted estaba “vivo”.
-Capitán,
una eternidad en este planeta, no era aceptable para mi, aunque carezco de
valor para los humanos soy el único superviviente real- Dijo el androide
convencido-. La definición de vida y muerte son
muy relativas e inexactas. ¿Usted
estaba muerto? ¿Ahora está vivo?
-Para la
computadora central si, y ella ha sido programada por humanos. Yo nunca estuve
vivo para mis creadores, sin embargo lo “reparé”, literalmente reconstruí su
cerebro, su memoria y emociones, y lo hice para que me rescaten. Nunca me ha
gustado la soledad.
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