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domingo, 5 de octubre de 2014

El vuelo



El vuelo

“¿Acaso el destino preservaba mi razón sólo para arrastrarme irresistiblemente a un final más horrible e impensable de lo que haya podido soñar nadie?”

Howard Phillips Lovecraft

Teresa Barnes, sufría una grave enfermedad. Siempre había sido muy independiente, pero ahora necesitaba volver a ver su familia. Ansiaba tanto reunirse con su familia, hacia tantos años que no veía a sus padres.

Decidió tomar un avión,  y relajarse en el vuelo, durmiendo un poco. El vuelo no era muy largo aproximadamente una hora y media.
Fue así como poco después de subir al avión, sintió sueño y se quedó dormida, a pesar del bebé que lloraba y los niños que jugaban en asientos cercanos al suyo.

Teresa no sabía que la había despertado, tal vez fue la falta de ruido. Cuando se despertó no sintió al bebe llorar, ni ruidos de ningún tipo. Se sentía algo mareada, y cuando se despejó un poco empezó a mirar en todas direcciones.

El avión estaba vacío.

Se asustó tremendamente y se sentía descompuesta. Pero antes que el pánico se apoderara de ella, pensó que el vuelo había aterrizado y que se habían olvidado de despertarla.

Pero al ver por la ventanilla vio que el aparato seguía en vuelo.

Lentamente el terror se apoderaba de ella. Todo estaba brillantemente iluminado, se sentían los motores, y los monitores pasaban las típicas películas de entretenimiento.
Se levantó y camino por el pasillo hacia el compartimiento de las azafatas, pero al llegar vio que no había nadie, pero el café estaba recién preparado.

Continúo caminando hacia la cabina de los pilotos. La puerta estaba cerrada pero no completamente, eso era muy extraño. Golpeó la puerta pero nadie contesto. Empujo la puerta y vio la cabina. No había nadie. Aparentemente el avión  estaba en piloto automático, y atravesaban una densa cortina de nubes irreales.

Las luces titilaban y el timón se movía lentamente, el avión estaba completamente vacío. Todo estaba limpio y acomodado, no había habido ningún accidente, ni alarma, simplemente la gente no estaba.

No era posible, no era posible se repetía a sí misma, parada en el pasillo del avión que viaja en un mar de nubes.

Teresa Barnes tenía razón no era posible, su cuerpo reposaba en la clínica de estasis “Nueva Vida”. Esta clínica de estasis ofrecía el servicio habitual a pacientes terminales, que querían esperar a que apareciera un tratamiento personalizado para su enfermedad, pero ofrecían algo más un sueño personalizado. Mediante estímulos directos al cerebro las computadoras programadas previamente podían despertar recuerdos e inclusive simular distintas experiencias a elección del paciente.

Cuando el tratamiento curativo era desarrollado y aprobado, el paciente era despertado para que pudiera ser curado, podían pasar dos años o cincuenta.

Teresa había elegido un sueño sencillo, volver a ver a sus padres, volver a la vieja casa de su infancia, disfrutar de unas vacaciones relajantes.

Desafortunadamente para Teresa Barnes, un error en el código del programa, un bucle que se repetía una y otra vez, la obligaba a seguir soñando que viajaba en el avión. Pero el programa estipulaba que el vuelo solo duraba unas pocas horas y por lo tanto borraba a los pasajeros, azafatas y pilotos. La mente de Teresa Barnes había quedado atrapada en un bucle infinito.

Dos años después de ingresar al instituto, Teresa Barnes fue despertada, para iniciar el tratamiento que la curaría y le permitiría retornar a su vida.

El único problema es que estaba loca completamente loca.

2 comentarios:

  1. Con excepción de unas poquísimas correcciones que podrían tomarse en cuenta, escribe usted muy bien. ¿Es autor publicado o pensó en publicar alguna vez? (En otros medios que no sean digitales, claro está.)
    Un saludo.

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    Respuestas
    1. Hola, muchas gracias por tu comentario, muy amables tus palabras. Se que hay errores, repeticiones de palabras y demás, pero utilizo el blog como una forma de obligarme a publicacar estas versiones previas. Es la única forma que hasta ahora me ha resultado para publicar estos "relatos", aunque sea con una revisión mínima. Aún no he publicado en otros medios, tal vez cuando haya publicado más relatos en este formato digital pueda publicar en otro formato o medio. Saludos y nuevamente muchas gracias.

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